Y parece que la maldición sigue. Si, esta Martha lleva h intermedia, pero al parecer hace y deshace igual que su tocaya. Y es que esta Martha goza de libertad en las decisiones del Gobierno estatal al ocupar una posición estratégica en los proyectos "sociales" del Estado.
Al frente del DIF promueve programas de bienestar social bajo el argumento de que la familia es el eje prioritario promovido por la Administración de Guanajuato. Hasta ahí bien.
La ilustre primera dama del Estado determina por sí misma su agenda para recorrer los municipios del Estado, y lo hace por tierra y por aire, en uno de los 2 helicópteros asignados para el traslado del Ejecutivo Estatal. ¿Seguimos bien?
Aunque los datos no son de acceso público, se estima que recibe alrededor de 3 millones de pesos anuales por gastos de "representación", unos 150,000 desayunos de a 20 pesos. Claro que no del restaurante de su hija, Martha III, ahí no hay de a 20.
De sus antojos ni se hable, si se le antoja un pescado zarandeado, que mejor que de Puerto Vallarta, viaje relámpago en el helicóptero oficial con su rejuvenecido y metro sexual marido. ¿Quién paga el combustible?
Y si seguimos con los gastos, no podemos dejar fuera los de remodelación del nido de amor, 947 mil pesos en adquisición de muebles para la "casa de Gobierno".
En los círculos internos del gobierno se dice que esta Martha toma decisiones importantes, ¿y cómo no?, seguramente decidió que el restaurante de su hija fuera el que abasteciera de alimentos a las oficinas gubernamentales, o la asignación de la compra de 807 mil pesos de miel. ¿Qué decir de la compra de bienes a precios inflados en el DIF, la inconsistencia de gastos por comprobar, y hasta la desaparición de bienes (también conocido como robo)? Sí que son decisiones importantes.
Ojalá y esta sea la última Martha porque de 2 que van no se hace una.
Wishmaster
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